Es importante analizar qué tipo de fuego podría producirse a la hora de elegir el sistema de detección de incendios, puesto que los de combustión lenta con emisión de humos, serían más idóneos los de humos, y en caso de que la llama sea más alta y rápida seria mejor un detector de llama, por ejemplo, en caso de líquidos inflamables.
A la hora de determinar el número de detectores de incendios que queremos instalar, tenemos que tener en cuenta por tanto varios factores. El tipo de detector, la superficie y altura del local, la forma del techo, la actividad que se desarrolle dentro y las circunstancias de circulación del aire dentro del local a proteger.
La norma UNE 23007 establece la superficie máxima vigilada por cada detector según su tipología y lugar de instalación.
La solución mas efectiva a día de hoy son los detectores de incendios lineales ópticos ya que en grandes superficies tienen una alta capacidad de detección de humo disperso.